La gurú llevó sus sistema de "revolución de la conciencia" a una
cárcel de máxima seguridad mexicana. Luego visitó una prisión de
mujeres en Chile. En unos días, repetirá la experiencia en la de Ezeiza.
Por: Magela Demarco. De la Redacción de Clarín.com
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A LA SOMBRA. A comienzos de octubre, Isha estuvo explicando su
sistema a 985 presos de la unidad penitenciaria de máxima seguridad
"Reclusorio Oriente", de México. "Aunque uno esté aquí, se siente
libre de poder expresar su dolor", dijo uno de los reclusos.
(Gentileza Isha.com)
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"No hay nada más pleno que el amor incondicional a uno mismo, y
cuando lo experimentamos podemos extenderlo a cada aspecto de nuestra
creación. Así, nuestros miedos desaparecen, y se experimenta la
unidad en todo. Es lo más grandioso que le puede suceder a un ser
humano", dice Isha.
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En tiempos de consumismo, de estrés, de falta -o tergiversación- de
los valores, de inseguridad, de violencia, de una injusta
distribución de la riqueza y de hambre, encontrar la paz parece cada
día más complicado. Sin embargo Isha, definida por sus seguidores
como "la creadora de un sistema que revoluciona las conciencias",
está convencida de que todos podemos lograrlo. Todos los seres
humanos podemos lograr la paz, quitarnos los miedos y el estrés, y
dar amor. Tal es su propósito y su convicción que comenzó a llevar
sus seminarios a lugares donde esto parece casi una utopía: las
cárceles. Desde hace un tiempo, Isha está dando charlas en distintos
penales del mundo, donde miles de reclusos escuchan atentamente sus
mensajes que están dirigidos al alma.
A comienzos de octubre, la gurú espiritual estuvo explicando su
sistema a 985 presos de la unidad penitenciaria de máxima seguridad
"Reclusorio Oriente", en México. Días después, fue a visitar la
cárcel de mujeres de Santiago de Chile, donde más de 400 presas
recibieron su mensaje y su invitación a expandir sus conciencias. Y a
comienzos de este mes -la fecha aún no está definida- serán las
reclusas de la unidad penitenciaria de Ezeiza, en nuestro país, las
que van a tener la posibilidad de abrir sus mentes y sus corazones.
Aunque Diego Morel, director de ceremonial y eventos de las unidades
carcelarias, le dijo a Clarín.com que esta "es una actividad que nos
interesa llevar a cabo en cualquier unidad, no sólo en la de mujeres".
"Nuestros maestros en Argentina están en contacto con las presas en
Ezeiza y con las autoridades de la unidad, que están muy deseosos en
que vayamos, así que creo que será maravilloso", dice Isha, quien
comenta que hace unos meses Graciela Borges la llamó para que fuera a
la cárcel de Tandil, que tiene 600 reclusos con casos muy especiales.
"Consideramos que en 2008 iremos allí también. Hay mucho por hacer.
Cuantas más posibilidades nos den para dar a quienes nos quieran
recibir, más agradecidos estamos. Porque la verdadera naturaleza de
la conciencia para nosotros es dar. Y cuando damos y nos sanamos,
todo cambia y traemos paz al mundo", reflexiona Isha.
Esta misma paz es la que muchos de los reclusos mexicanos
experimentaron –y algunos todavía experimentan– el día que Isha los
visitó. "Todos los humanos piensan que tienen que cambiar algo en el
afuera, para poder experimentar libertad, paz, alegría. Pero esa no
es la verdad. Lo que necesitamos cambiar es a nosotros mismos. Una
vez que cambiamos eso, el afuera va a comenzar a cambiar por sí
mismo", comenzó diciéndoles. Luego les dio algunas claves para lograr
la tan anhelada "revolución de conciencia", a saber: tomar mucho
agua, hacer ejercicio físico, meditar ¡una hora! al día, enfocarse en
la conciencia, ser verdaderos y amarse a ellos mismos, para así poder
dar amor a los demás.
Y, como broche final, los invitó a cerrar los ojos y hacer un
ejercicio de meditación guiada. Una imagen casi imposible de
imaginar: más de 700 reclusos sentados en sillas y algunos en el
suelo, porque no había más lugar, con los ojos cerrados, en profundo
silencio, intentado conectarse y escuchar su interior. "Primero que
nada se siente libertad, la libertad, aunque uno esté aquí, se siente
libre de poder expresar su dolor, su ira", testimonió un preso,
"Vengo a encontrar esa paz, ese conocerme a mí mismo en donde menos
me lo imaginé. Me parece que el día que Dios me dé la oportunidad de
salir de aquí voy a salir renovado, con otra forma de ver la vida",
fueron las palabras que utilizó otro para explicar hasta adónde había
calado el mensaje.
Pero, ¿quién es Isha? Hasta los 28 años, esta australiana fue una
persona "exitosa", según los valores que maneja la mayoría de las
personas. Ganaba dinero como rockera y entrenadora de caballos ,
tenía propiedades y le iba bien en todo lo que emprendía. Hasta que
perdió a su padre, a su abuela y a su novio, además de todo su
dinero. Ahí fue donde comenzó su bucear en su interior y a sanar su
alma, hasta llegar a desarrollar su propio sistema, que enseña en sus
viajes por el mundo. ¿Cómo surgió la idea de comenzar a ir a las
cárceles a llevar su mensaje? "Nuestro propósito es ir educando para
la paz en todos los países. Vamos a hospitales, hogares, a centros de
rehabilitación de drogadictos. Hasta ahora el trabajo en cárcel que
hace años venimos realizando era pequeño, y es la primera vez que las
autoridades nos apoyan y se juegan con nosotros apostando a los
resultados positivos. Ellos tratan a cada uno de estos seres como
personas, mas allá de lo que los haya llevado hasta allí", explica. Y
agrega: "Y lo mismo noté cuando tuve la entrevista con el director de
la cárcel de Ezeiza. Estamos muy felices de poder compartir estas
herramientas y educar para la paz. Cada ser humano que cambia y logra
la paz en sí mismo, es un salto de conciencia que da la humanidad
completa, ¡y todo cambia!", finaliza, esperanzada, Isha.
PARA VER EN LINEA LA NOTA Y EL VIDEO http://www.clarin.com/diario/
2007/11/01/conexiones/t-01530452.htm
Conferencias y seminarios de Isha en nuestro país
Además de la actividad en el penal de mujeres de Ezeiza, Isha dictará
una conferencia gratuita en el Hotel Bauen ( Av. Callao 360), el 14
de noviembre, a las 19.30; y un seminario del Sistema Isha, los días
17 y 18 de noviembre. Más información en la página de la Fundación
Isha o llamando al 4866-6118.
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