miércoles, 4 de junio de 2008

ISHA HABLA SOBRE LOS NIÑOS



- Los niños, ¿siempre están totalmente concientes? ¿Su conciencia está permanentemente expandida?

Ellos viven perfectamente en el momento presente, en cada momento. Ellos saben que son perfectos y no se juzgan. Son reales, vulnerables, inocentes.

Y luego comienza a crearse la separación, a través de los distintos eventos que van aconteciendo en sus vidas.

Todos sabemos cómo son los niños: si están enojados, se enojan; si están tristes, lloran. La mayoría del tiempo son felices; están totalmente dichosos y presentes en todo.

Pues expandiendo nuestra conciencia, estamos retornando a ese estado del ser. Estamos recuperando ese estado de amor-conciencia, al mismo tiempo que vivimos una vida madura adulta. Eso es absolutamente posible.

De hecho, es fácil. Lo verás a medida que el amor-conciencia se expanda en tí: naturalmente te volverás más inocente, más espontáneo y comenzarás a divertirte más. Despiertas feliz porque sí y ¡eres naturalmente feliz!

Los niños son ejemplos perfectos de amor-conciencia.

No permitas que tu mente te engañe; sólo continúa yendo hacia adentro y soltándolo todo, hasta que experimentes esa inocencia todo el tiempo.

El afuera no puede arrebatarte tu libertad. La inocencia es espontánea, no piensa, simplemente es. Entonces, no crees un conflicto en tu cabeza, sólo confía, y continúa entregándote momento a momento a lo que es. Todo lo que tienes que hacer es rendirte; ese es el secreto del amor incondicional a sí mismo y de una vida en paz y felicidad.

Fue mi inocencia la que me hizo crecer tan rápido. Había sufrido tanto, que ya tenía suficiente y no podía continuar manteneniendo la lucha y seguir sufriendo. No podía seguir sufriendo más, así es que lo solté. Fui muy inocente y abierta, y en realidad sentía que no sabía nada. Asumía que todo aquello en lo que creía era falso. ¡Y en realidad, lo era!

La ironía fue que mi nivel de conciencia era naturalmente bastante alto, sin embargo yo no creía en mi misma. Dudaba de mi misma permanentemente, me autocriticaba despiadadamente.

Pero mi inocencia me hizo avanzar muy rápido. No tenía creencias encajonadas y escuchaba a todo el mundo. Ese es el truco de la mente: cuando creemos que sabemos nos mantiene limitados dentro de su control. Te ayuda a crecer el soltar la idea de que tú sabes como las cosas tienen que ser.

¡Porque en realidad, no sabes!

No hay comentarios.: